¿Las dietas bajas en grasa son efectivas?
¿Quemar grasa?
Las dietas bajas engrasa se han vuelto “trending topic”, este tipo de dietas para quemar grasa, perder peso y vernos más saludables ¿Realmente son tan saludables como creemos? ¿Se puede quemar la grasa?
¿Si prendiésemos fuego con un mechero a un trocito de mantequilla que ocurre? Lo más probable que le ocurra a esa mantequilla es que se derrita, pero sigue estando ahí. Por lo que lo que realmente queremos es eliminar esta grasa que se nos acumula y esto se hace mediante una alimentación sana, equilibrada y ejercicio físico.
Vamos a definir realmente que es la efectividad y qué es una dieta. Según la Real Academia Española la efectividad, es aquello que tiene eficacia, es decir, que es la capacidad con la que conseguimos el objetivo que tenemos marcado anteriormente.
La propia palabra dieta proviene del griego y significa régimen de vida, es decir, la alimentación que llevamos en nuestro día a día. Pensando que nuestro estilo de vida es algo que durará toda nuestra vida, por lo que, queremos arraigar costumbres que hagan mejorar nuestra salud.
Entonces, ¿Cuál es nuestro objetivo? Todo dependerá de nuestro estado inicial y lo que realmente queremos o necesitemos cambiar en nuestro régimen de vida.
En el equilibrio está la clave:
Nuestro cuerpo realiza numerosas funciones fisiológicas para su correcto funcionamiento y para que podamos realizar actividades en el día a día como andar, correr, trabajar… Para ello, necesita combustible, como gasolina necesita un coche, y nuestro combustible son los nutrientes que aparecerán en nuestra dieta en diferentes proporciones.
La forma en la que el cuerpo obtiene lo que necesita de los alimentos es mediante el metabolismo de los nutrientes, es decir, nuestro cuerpo deshace los alimentos en las formas más pequeñas que es capaz, para usarlas en las funciones fisiológicas. Por esto es necesario que consumamos grasas de buena calidad, para que estas porciones tan pequeñas encajen perfectamente en el metabolismo de nuestro cuerpo.
Una dieta sana y equilibrada debe estar adecuada a nuestra situación personal y condición pero si tomamos de referencia % estándar, esta estaría formada por 30-35% de nutrientes de origen graso procedentes de alimentos como el aceite de oliva virgen extra, el aguacate o los frutos secos.
Por lo que si no llegamos a las recomendaciones diarias es muy probable que podamos tener carencias de algún micronutriente como las vitaminas liposolubles, que, como hemos visto en post anteriores, se encuentran en los alimentos grasos y son esenciales.
El problema viene cuando tenemos un desequilibrio en nuestro día a día, es decir, cuando elevamos nuestro consumo de cualquier macronutriente o por el contrario, cuando tenemos déficits de algún nutriente. Por ejemplo el hígado es el órgano que realiza el metabolismo de las grasas en mayor medida, junto con el músculo esquelético. Cuando tenemos un aporte mayor al que nuestro organismo necesita, es decir, cuando tenemos un exceso de grasas, y, además, si estas son de peor calidad, se acumulan en forma de tejido adiposo. Lo que comúnmente conocemos como “grasa”.
De igual forma ocurre cuando tenemos un exceso de carbohidratos en nuestra dieta. Los carbohidratos, sobre todo los de índice glucémico alto como los azúcares libres, elevan nuestros niveles de insulina en sangre activando ciertos mecanismos metabólicos que nos llevan a acumular mayor cantidad de grasa corporal.
Dietas bajas en grasa:
Como hemos visto ya, las grasas, mejor denominadas lípidos, son esenciales en nuestro organismo. Entonces, ¿Por qué queremos disminuirlas? Una de las razones más obvias que pensamos es que si quiero perder grasa pues no voy a comerla. Pero el cuerpo es un mar complejo de reacciones metabólicas unidas entre sí y preparado para acumular. Esto quiere decir que realmente comamos lo que comamos, si tenemos un exceso de alimentos tenderemos a acumular. Por ello una de las primeras pautas nutricionales recomendadas para la pérdida de peso es controlar las Kcal que comemos a lo largo del día. Esto nos ayuda a ser conscientes de la diferencia que hay entre lo que nuestro cuerpo necesita y la cantidad de gasolina que le estamos suministrando, puesto que si nos pasamos llegará un momento en el que se desbordará.
Estudios realizados por la American Heart Asociation y recogidos en la “Guías de la Obesidad” se ha visto que, dietas altas en grasas y bajas en carbohidratos, pueden hasta mejorar el perfil lipídico. Por lo que consumir una dieta baja en grasa realmente no está justificado en términos generales.
Adherencia:
¿Qué es la adherencia? Es la forma en la que somos capaces de construir hábitos en nuestro estilo de vida y las dietas bajas en grasa no tienen esta adherencia. Es decir, las dietas bajas en grasas son difíciles de cumplir a no ser que tengamos una voluntad de hierro, pero tampoco buscamos esto. Lo que buscamos es tener un estilo de vida saludable y férreo, que no sea monótono, nos aporte todos esto nutrientes que necesitamos y además nos guste, que nos guste lo que comemos.
Uno de los principales motivos por los que queremos seguir un patrón dietético-o régimen de vida- es por que estas dietas milagro no duran para siempre, el tiempo que las llevamos a cabo sí son efectivas, pero en el momento en que las dejamos volvemos a llevar los mismos hábitos alimentarios que antes, incluso incentivados por el: ahora que he adelgazado o perdido peso puedo comer más o hacer menos. De ahí que se produzca el famoso efecto yo-yo o rebote.
Que no te cuenten milongas, lo más importante es tener un patrón dietético o régimen de vida saludable y luego nos centraremos en pautas más específicas. Una de las ventajas que tenemos en España es la dieta Mediterránea, uno de los patrones dietéticos más saludables y estudiados por el momento. Además somos uno de los mayores productores de frutas y verduras de Europa, por lo que hay que aprovecharlo.
Recuerda una cosa, lo que te hace perder peso y adelgazar es mejorar tu alimentación y tomar mejores decisiones en tu día a día y lo que te hace mantener estos hábitos, son los resultados que vas obteniendo y viendo, unido a hacer algo más de actividad diaria y ejercicio de forma puntual.
¡Los hábitos lo son todo!
Si tienes cualquier duda o no eres capaz de identificar por que sigues engordando, no tengas ningún problema en consultarnos, podemos vernos contigo de forma gratuita y valorar que es lo que realmente te ocurre y como podemos atajarlo.
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